A Esther la conocí mi primer año como profesor contratado en
la entonces Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad de
Murcia. Es la mujer más auténtica, sabia, atractiva y generosa que jamás he conocido. Y después
de mis queridísimos padres, una de las personas que más han influido en mi
vida, en mi carácter, en mi sensibilidad y cariño por las personas que me
rodean, en mi actitud positiva y apasionada por la vida… Conversar con Esther, durante horas y horas,
habitualmente en una cafetería de Murcia o en su despacho, ha sido una de las
experiencias más gratificantes y maravillosas de mi vida. He aprendido y sigo
aprendiendo muchísimo de ella. De sus palabras, su actitud ante la vida, su
compromiso social, su espiritualidad y su pasión por todo lo humano y la
docencia, que también ejerció en la Universidad de Murcia.
Después de unos diez años sin saber nada de Esther, el
pasado viernes me animé a llamarla al teléfono fijo de su casa. No estaba allí,
pero se puso al teléfono su marido Joaquín, al que también quiero muchísimo, y
con el que estuve conversando más de una hora, intercambiando confidencias, aprendiendo
de sus siempre sabias palabras por su profundo conocimiento del ser humano y la
filosofía. Me explicó que regresaban a Viena el domingo por la mañana y que por
su apretada agenda en Murcia era prácticamente imposible que pudiésemos
abrazarnos en Murcia. Y me animó a que llamase otra vez, el sábado por la
noche, porque a esa hora podría hablar y despedirme de Esther hasta su regreso
definitivo a Murcia para las próximas Navidades.
Ayer sábado fue un día muy muy muy especial. De esos que
jamás olvidaré en mi vida. Conocí a Pilar, Miguel, Mª Ángeles, Moisés y Eva.
Todos participamos en una carrera popular de 5 km, a las 10:30 de la mañana, por
el paseo marítimo de la playa del Campello, en Alicante. Con el mar
Mediterráneo acompañándonos todo el camino y nuestro espléndido sol dando color
y vivacidad al paisaje. Disfrutamos de la carrera, de sentirnos acompañados,
solidarios y cómplices de los más de 1000 corredores participantes. Después de
la carrera, algunos bailamos salsa en el mismísimo paseo de la playa, al
mediodía y aprovechando la música que animaba la fiesta. Nos bañamos en el mar
Mediterráneo, comimos, regresamos a Murcia donde realizamos una corta ruta en
bici acompañados del intenso y rico aroma a jazmín y limoneros de nuestra maravillosa huerta. Y ya completamente reventado, cuando acababa de llegar a mi casa a eso de las 12 de la noche, volví a llamar a Esther. Se puso al teléfono
su marido Joaquín.
-Fulgencio, Esther sabe perfectamente que eres tú y
está sonriendo.
Fue muy emocionante
volver a conversar con Esther después de tantos años. Quedamos en que
aprovechando las nuevas tecnologías, los "wasap", el "skype" y el correo
electrónico, seguiríamos en contacto hasta las próximas Navidades, para las que
ya hemos planificado una cena en su
preciosa casa frente a la sierra de la Cresta del Gallo, a unos 6 kilómetros de
Murcia capital.
Esther, hoy domingo me he despertado a las 6 de la
madrugada, con la necesidad e ilusión de escribir este post de la serie de más
de 20 en los que relato las vivencias más intensas y gratificantes de mi vida
en mi queridísima Murcia. Os lo dedico a los dos, a tu marido Joaquín y a ti.
Os quiero muchísimo.
Sigues demostrando que ERES TAN ESPECIAL FULGEN!! Todo cariño y gratitud.
ResponderEliminar¿Quien no ha descolgado el teléfono y al oír tu voz a esbozado una enorme sonrisa?
Yo también te quiero mucho!!
Tú sí que eres especial. Siempre emocionándome, desde el primer día que te conocí. Cuando todavía eras muy jovencita y yo "ya era mayor" ;-). Irradias la mejor luz, una sonrisa permanente e inconfundible que contagia felicidad, bienestar. Hemos compartido tan maravillosos momentos juntos y hoy mismo le comentaba al compositor de "Mi roalico", Agustín, cómo tuvisteis el buen gusto de elegir su obra (la letra es de su padre y la música suya) para vuestra boda. Tenemos que repetir otra salida en bici, o un encuentro coral... Tengo un mono de cantar. Tengo mucho mono de veros, abrazaros y echar unas risas... También os quiero muchísimo :-). Muchísimas gracias por escribirme desde el corazón, como yo también lo estoy haciendo en este momento
Eliminar:-).