Más de mil corredores hacinados
en la línea de salida. Se escucha el griterío, las risas, comentarios jocosos y
oleadas de aplausos con gran expectación ante el inicio de la carrera. Pasadas
las diez de la noche empezamos a intentar correr sin empujarnos, al principio
todos en bloque y en seguida escapándonos a nuestro ritmo individual. La carrera ha
comenzado muy en serio, tan en serio que sólo se escuchan las pisadas y la
respiración de los corredores. Me emociona ese silencio casi religioso, en
plena oscuridad, donde se percibe el encanto de cientos de hombres y mujeres
que nos esforzamos y luchamos por llegar a la meta.
Ayer por la noche, el 1 de Agosto
de 2015, disfruté plenamente de la segunda edición de la “Pinatar full moon”,
una carrera popular que se celebra de noche aprovechando la luz de la luna
llena, y que en el último tramo nos reta a correr por la orilla de la playa de
la Llana, enfrentados al espesor de la arena, del que huíamos acercándonos al
mar e inevitablemente mojándonos y embarrándonos hasta los tobillos. La
oscuridad y la dificultad del terreno nos obligaba a correr muy concentrados en
nuestras pisadas para prevenir tropiezos y caídas, al mismo tiempo que reíamos
y nos advertíamos a gritos de los hoyos, montículos de arena y charcos de agua
que continuamente se cruzaban en nuestro camino.
Ayer por la noche, cuando llegamos
a la meta, contemplé fijamente la luna llena y me sentí orgulloso de mi esfuerzo y el de mis
compañeros de carrera. Muchos nos fundimos en un fuerte abrazo y nos
felicitamos, sin importar el tiempo que habíamos empleado o nuestra posición en
la carrera. Celebrábamos una gran fiesta, con la mezcla del cansancio y el
sentimiento de una enorme satisfacción por haber llegado a la meta. Una fiesta
aderezada por las ensaladas, fruta y bebida ofrecida por los organizadores, que
devoramos con inmenso placer. Y sobre todo, una fiesta animada por el millar de
corredores que nos sentíamos acompañados, cómplices y felices de compartir nuestra sana y loca pasión por correr.
Comprendo tu alegría... esa que genera el sentirse parte de un proyecto.. un proyecto del tipo que sea, científico, deportivo, altruista... un proyecto en el que la competición no es ni el fin, ni el medio. Compartir, cooperar, aunar esfuerzos es lo que también da sentido a mis días.
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros esa luna, esas pisadas y esa fiesta culinaria. ¡Feliz cumpleaños!
Abrazos y sonrisas
Muchas gracias, Nieves, por tus sabias y sugerentes palabras. Es muy agradable cruzarse con personas como tú en este complicado a la vez que apasionante sendero de la vida :-)
Eliminar