domingo, 2 de agosto de 2015

La carrera de la playa y la luna llena

Más de mil corredores hacinados en la línea de salida. Se escucha el griterío, las risas, comentarios jocosos y oleadas de aplausos con gran expectación ante el inicio de la carrera. Pasadas las diez de la noche empezamos a intentar correr sin empujarnos, al principio todos en bloque y en seguida escapándonos a  nuestro ritmo individual. La carrera ha comenzado muy en serio, tan en serio que sólo se escuchan las pisadas y la respiración de los corredores. Me emociona ese silencio casi religioso, en plena oscuridad, donde se percibe el encanto de cientos de hombres y mujeres que nos esforzamos y luchamos por llegar a la meta.

   Ayer por la noche, el 1 de Agosto de 2015, disfruté plenamente de la segunda edición de la “Pinatar full moon”, una carrera popular que se celebra de noche aprovechando la luz de la luna llena, y que en el último tramo nos reta a correr por la orilla de la playa de la Llana, enfrentados al espesor de la arena, del que huíamos acercándonos al mar e inevitablemente mojándonos y embarrándonos hasta los tobillos. La oscuridad y la dificultad del terreno nos obligaba a correr muy concentrados en nuestras pisadas para prevenir tropiezos y caídas, al mismo tiempo que reíamos y nos advertíamos a gritos de los hoyos, montículos de arena y charcos de agua que continuamente se cruzaban en nuestro camino.  

   Ayer por la noche, cuando llegamos a la meta, contemplé fijamente la luna llena y me sentí  orgulloso de mi esfuerzo y el de mis compañeros de carrera. Muchos nos fundimos en un fuerte abrazo y nos felicitamos, sin importar el tiempo que habíamos empleado o nuestra posición en la carrera. Celebrábamos una gran fiesta, con la mezcla del cansancio y el sentimiento de una enorme satisfacción por haber llegado a la meta. Una fiesta aderezada por las ensaladas, fruta y bebida ofrecida por los organizadores, que devoramos con inmenso placer. Y sobre todo, una fiesta animada por el millar de corredores que nos sentíamos acompañados, cómplices y felices de compartir nuestra sana y loca pasión por correr. 

2 comentarios:

  1. Comprendo tu alegría... esa que genera el sentirse parte de un proyecto.. un proyecto del tipo que sea, científico, deportivo, altruista... un proyecto en el que la competición no es ni el fin, ni el medio. Compartir, cooperar, aunar esfuerzos es lo que también da sentido a mis días.
    Gracias por compartir con nosotros esa luna, esas pisadas y esa fiesta culinaria. ¡Feliz cumpleaños!
    Abrazos y sonrisas

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    1. Muchas gracias, Nieves, por tus sabias y sugerentes palabras. Es muy agradable cruzarse con personas como tú en este complicado a la vez que apasionante sendero de la vida :-)

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